Enfermedades Hepáticas víricas

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La Hepatitis A

  ¿Qué es la hepatitis A?

  La hepatitis A es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA).

  ¿Cómo se trasmite la enfermedad?

  Se transmite principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) come alimentos o bebe agua contaminados por heces de una persona infectada por el virus. La infección está muy asociada al agua y los alimentos no inocuos, el saneamiento deficiente, la mala higiene personal y el sexo buco-anal. El riesgo de que se extienda la infección es más alto las dos semanas anteriores de que se manifiesten los síntomas, pero desaparece cuando se observa la ictericia (coloración amarilla de la piel y de los ojos). Es más frecuente en niños, aunque en los países desarrollados la enfermedad se desplaza hacia edades más adultas, y puede afectar a los jóvenes. La mayoría de los niños desarrollan la enfermedad de forma muy benigna o sin ninguna sintomatología, mientras que las personas mayores tienen más probabilidades de presentar síntomas.

Generalmente, la enfermedad aparece de dos a seis semanas después del contagio con el virus. Los síntomas más frecuentes son:
Fiebre.
Pérdida del apetito.
Náuseas.
Vómitos.
Cansancio.
Malestar general.
Ictericia (coloración amarilla de la piel y de los ojos).
Orina oscura y heces blanquecinas.
Normalmente, la recuperación se completa a las pocas semanas y la persona será desde entonces inmune al virus de la hepatitis A.

¿Cómo se cura la hepatitis A?

No hay tratamiento específico para la hepatitis A. Quedarse en la cama no acelera la recuperación y sólo se recomienda mientras dure el malestar general. Durante la enfermedad, la persona puede seguir una actividad normal y una dieta regular que evite alimentos muy grasos, el alcohol y las sustancias tóxicas para el hígado (incluido el paracetamol). Los niños con hepatitis A pueden volver a la escuela o al jardín de infancia cuando se encuentren bien, no tengan fiebre y haya pasado al menos una semana desde el inicio de la enfermedad. La vacuna de la hepatitis A tiene una eficacia prácticamente del 100%, se administra en dos dosis separadas por un intervalo de seis meses. En España no está cubierta por la seguridad social y sólo se pone a los niños en Ceuta, Melilla y Cataluña.

Saber más……. https://asscat-hepatitis.org/hepatitis-viricas/hepatitis-a/

La Hepatitis B

  ¿Qué es la hepatitis B?

La hepatitis B, inflamación del hígado, es una enfermedad provocada por el virus de la hepatitis B (VHB).

  ¿Cómo se trasmite la enfermedad?

Se transmite a través de diversos fluidos corporales que transportan la infección, tales como la sangre, el semen, las secreciones vaginales, la saliva, las lágrimas y la orina.

  Las vías de transmisión del VHB pueden ser:

  • Sexual

  • Percutánea (uso de drogas intravenosas)

  • Perinatal (madre a hijo)

  • Horizontal (contactos familiares)

  • Por transfusión

  • Nosocomial en hospitales y centros sanitarios (por pinchazos de aguja)

  • Trasplantes de órganos

A diferencia de la hepatitis A, la hepatitis B si suele volverse crónica fácilmente; no obstante, algunos pacientes pueden llegar a sanar por completo y volverse inmunes al virus, razón por la cual no se contagian nuevamente. A la hepatitis B se la considera aguda si se mantiene por periodos inferiores a 6 meses. De permanecer en el cuerpo del sujeto infectado por mayor tiempo, se le considera una infección crónica; en la cual no necesariamente existe la aparición de síntomas.

La hepatitis B se convierte en crónica en un 90% de los casos cuando la infección se adquiere cerca del nacimiento (cuando aún el sistema inmunitario es inmaduro e incapaz de eliminar el virus), en un 30% cuando se produce en la edad infantil, 5 a 8 años,  y se convierte en crónica en aproximadamente el 5% de los casos si la infección se produce en jóvenes y adultos.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?

Los síntomas de la hepatitis B son fatiga, inapetencia, dolor de estómago, fiebre, náuseas, vómitos y, ocasionalmente, dolor en las articulaciones, urticaria o erupción. La orina se vuelve más oscura y puede aparecer ictericia (color amarillento de la piel y en el blanco del ojo).

¿Cómo se diagnostica la hepatitis B?

Los análisis de sangre pueden detectar signos del virus de la hepatitis B en el cuerpo e indicarle al médico si es aguda o crónica. Con un análisis de sangre sencillo también se puede determinar si eres inmune a esta enfermedad.

¿Cuáles son los tratamientos para la hepatitis B?

La hepatitis B es un importante riesgo laboral para los trabajadores de la salud. Se puede prevenir con una vacuna segura y eficaz disponible desde 1982, que actualmente se administra a los recién nacidos en 183 países, incluido España, y que también se debería proporcionar a las personas con mayores riesgos. Existen tratamientos que inhiben la replicación viral y, aunque el virus B de la Hepatitis (VHB) no desaparece totalmente, permiten frenar la progresión de la enfermedad en los casos crónicos.

El gran objetivo de tratamiento, en una hepatitis B crónica, es inhibir la replicación viral y evitar la progresión a cirrosis, controlar que ésta no se descompense o que aparezca un carcinoma hepatocelular (HCC), pero la eliminación del VBH con la desaparición del HBsAg y la aparición de su anticuerpo protector (anti-HBs) sólo se consigue en menos del 10% de pacientes con los tratamientos actuales.

Las recomendaciones de práctica clínica para el manejo de la infección crónica por virus B de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), que fueron presentadas en la Conferencia Internacional del Hígado celebrada en abril de 2017, establecen que el tratamiento de elección consista en un fármaco potente de la familia de los análogos de nucleósido/nucleótido que presente una elevada barrera a la resistencia : Entecavir  (Baraclude®), tenofovir disoproxil fumarato (TDF, Viread®) y tenofovir alafenamida (TAF, Vemlidy®).

https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-pdf-S0210570520301588

La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la enfermedad. Más información.

https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/vacunas/ciudadanos/hepatitisB.htm

Saber más……. https://asscat-hepatitis.org/hepatitis-viricas/hepatitis-b/

https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-pdf-S0210570520301588

La Hepatitis C

  Qué es la hepatitis C?

  La hepatitis C es una enfermedad hepática, inflamación del hígado, provocada por el VHC (virus de la hepatitis C). 

  ¿Cómo se trasmite la enfermedad?

  Para evitar la estigmatización, la hepatitis C no se transmite por contacto directo como tocarse, abrazarse o besarse. Tampoco se transmite por la tos o el estornudo, ni al compartir alimentos o bebidas. Sólo si se produce el contacto directo sangre-sangre hay riesgo de transmisión. La mayoría de los pacientes se enteran de que son portadores del VHC de manera casual ya que no presentan síntomas específicos que evidencien la enfermedad.

  

–         Transfusiones sanguíneas antes de 1992, cosa que podía haber ocurrido, por ejemplo, en un trasplante de un órgano, intervención de cirugía mayor, ingreso en la UCI o hemorragia incontrolada.

–         El consumo pasado o presente de drogas por vía intravenosa (inyectadas) es una situación de riesgo de transmisión muy importante, aunque sólo haya sucedido una vez. El hecho de compartir una aguja o jeringa, o el material utilizado para preparar la droga, podría haber permitido la transmisión del virus de la hepatitis C. El hecho de compartir material para esnifar cocaína u otras drogas también es un factor de riesgo porque puede producir una corrosión de la mucosa nasal, con aparición de hemorragias nasales y exposición a la sangre de todo lo que se emplee para la inhalación (por ejemplo, billetes o pajitas).

–         Procedimientos cruentos y otros procedimientos en los que se rompe la piel. Podría suceder en caso de que el equipo no se haya esterilizado o limpiado debidamente o de que se contamine accidentalmente con sangre, por ejemplo, durante la hemodiálisis, acupuntura, realización de tatuajes o perforaciones, afeitado, intervenciones odontológicas o tratamientos de belleza, manicura o peluquería.

–         Transmisión de la madre al feto durante el embarazo. Tan sólo el 5% de las mujeres con hepatitis C transmitirá el virus a sus hijos, lo que probablemente se produce durante el parto.

–         La transmisión sexual es muy poco frecuente pero no imposible. Riesgo de transmisión a través de las relaciones sexuales podría ser mayor cuando una mujer tiene la menstruación o cuando uno de los miembros de la pareja presenta lesiones genitales y en general en todas las prácticas sexuales que implican presencia de sangre. En todos los casos, las personas con hepatitis C que tienen más de una pareja sexual deben mantener relaciones sexuales sin riesgo (uso de preservativo). Normalmente, quienes mantienen relaciones heterosexuales estables con una sola pareja no necesitan modificar sus prácticas sexuales habituales.

–         Pinchazos accidentales en personal sanitario.

¿ Cuales son los síntomas en la hepatitis C?

La hepatitis C aguda, en los 6 primeros meses, no suele cursar con síntomas, pero las personas que sí los presentan manifiestan habitualmente astenia (cansancio extremo), ictericia (coloración amarillenta de los ojos y la piel) y orina oscura (bilis en la orina). En el 10%–30% de las infecciones agudas por hepatitis C, el virus desaparece espontáneamente sin tratamiento, lo que significa que deja de ser detectable en la sangre, se han cudado.

 Entre el 70%–90% de las personas que se infectan por el virus de la hepatitis C acaba padeciendo una hepatitis C crónica, de los cuales un 30% aproximadamente evolucionarán hacia una cirrosis en un periodo de entre 20 y 30 años. Muchos pacientes no tienen síntomas y por eso en muchos casos su detección es de forma casual, como por ejemplo por una analítica prescrita para otra causa distinta.

Otros si presentarán síntomas sobre todo cuando la enfermedad ya está avanzada, Los síntomas principales son:

Ascitis: Hinchazón del abdomen debida a la presencia de líquido en la cavidad que rodea los órganos digestivos.

Confusión/encefalolopatía (trastorno o enfermedad cerebral que afecta a la función cerebral): Como consecuencia de la incapacidad del hígado de eliminar las toxinas procedentes del intestino.

Hemorragia por varices: Hemorragia potencialmente grave procedente del esófago o el estómago.

Formación de hematomas/hemorragias: Debido a una disminución de la producción de factores de la coagulación de la sangre por el hígado.

Edema: Hinchazón, sobre todo en los tobillos, debida con frecuencia a la presencia de unos niveles bajos de proteínas en la sangre.

Ictericia: Se manifiesta en la piel y en los ojos. También pueden presentarse abrasiones en la piel y atrofia muscular.

Además, el 1%–5% de las personas con hepatitis C crónica acaba manifestando una forma de cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular).

¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?

A través de un análisis de sangre en el que en un principio se detecta si se tienen anticuerpos y posteriormente se busca el ARN del VHC.

Tratamientos actuales para la hepatitis C.

El objetivo del tratamiento para la hepatitis C es llegar a la curación de la enfermedad, lo que se conoce como conseguir la respuesta viral sostenida (RVS). Esta respuesta sostenida en la que la carga viral permanece indetectable se da por conseguida si a las 24 semanas después de finalizar el tratamiento con carga viral indetectable, esta continua igual. Actualmente son varios los fármacos de los cuales disponen los hepatólogos   para tratar a los pacientes con Hepatitis C, contemplando todas las situaciones clínicas que puedan presentar estas personas y con un altísimo índice de respuesta viral sostenida (eliminación del VHC). Los medicamentos más utilizados actualmente son pangenotípos (eficaces frente a todos los genotipos del VHC.

Actualmente tenemos estos tratamientos:

Harvoni ® : sofosbuvir/ledipasvir.

Zepatier® :elbasvir/grazoprevir.

Epclusa®: sofosbuvir/ velpatasvir.

Maviret® : glecaprevir / pibrentasvir.

Vosevi® : sofosbuvir / velpatasvir

Actualmente no existen nuevos medicamentos en estudio.  

Saber más: https://seimc.org/contenidos/gruposdeestudio/gehep/dcientificos/documentos/gehep-dc-2017-ManejoHepatitisC-AEEHySEIMC-Marzo.pdf

La Hepatitis D

  ¿ Qué es la hepatitis D?

  La hepatitis D o hepatitis Delta, es una enfermedad hepática causada por el virus VHD (virus de la hepatitis Delta) y está considerada como una de las formas más graves de hepatitis viral. El VHD es un virus defectuoso y precisa para su replicación y persistencia en el cuerpo humano que exista el HBSAg (antígeno de superficie del virus B). Globalmente, la infección por el VHD está presente en aproximadamente el 5% de los portadores de hepatitis B crónica, por lo que es crucial que al diagnosticar un caso nuevo de hepatitis por VHB se determine si también se halla el VHD. La infección por el VHD puede producirse en un paciente que ya tenía hepatitis por el VHB, situación que se denomina sobreinfección, o bien se produce una infección simultánea del VHB con el VHD, y en estos casos se denomina coinfección. Los pacientes coinfectados con VHB/VHD suelen evolucionar a la curación. Sin embargo, los casos de sobreinfección casi siempre evolucionan a la cronicidad. 

¿Cómo se transmite la enfermedad?

La Hepatitis E

  ¿ Qué es la hepatitis E?

La hepatitis por virus E es una enfermedad hepática causada por el virus de la hepatitis E (VHE). El curso clínico más frecuente es el de una hepatitis aguda, que a veces requiere hospitalización. En pacientes inmunosuprimidos, pacientes con enfermedades hematológicas graves, trasplantados o infectados por el VIH, puede evolucionar a hepatitis crónica. Asimismo, el virus E puede presentar un riesgo importante en mujeres embarazadas. La infección por VHE representa un problema importante para la salud pública mundial, ya que es causa de morbimortalidad global.

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